Marina González, de Malgrat a Tokio: este ha sido el camino de la gimnasta catalana que, desde los siete años, tuvo claro que su objetivo era participar en unos Juegos Olímpicos y mañana será su estreno.
De personalidad arrolladora y con una fortaleza mental insólita para su edad, se ha llevado a Japón la camiseta del Barça que la ha acompañado estos dos últimos años y que tanta suerte le ha dado.
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